jueves, 2 de diciembre de 2010

"LA REALIDAD ES QUE NADIE ENTIENDE NADA..."

Una verdadera mierda es eso que dicen que lo más hermoso de un ser humano es lo que lleva por dentro; los sentimientos, el actuar que cada día tomas por el camino de la vida, la dulzura, tu capacidad intelectual, en fin…………

Pero, me pregunto ¿Porque los seres humanos seremos tan despectivos, tan humillantes, tan hirientes, tan envidiosos, tan egocéntricos, tan todo?...

En realidad no sé si estas palabras son de rabia, o de desesperación por encontrarme perdida o desorientada alrededor de tanta gente, pero sí debo reconocer que siento una tristeza enorme. Es algo que me supera. Sé que encerrada en estas cuatro paredes de mi habitación no voy a encontrar la felicidad, pero por otra parte, sé que allá afuera existe un mundo que me hace sentir miedo, inseguridad, incertidumbre y mucha soledad, la que trato de olvidar o enterrar leyendo, escuchando música, viendo cualquier cosa por Internet, y por supuesto comiendo…

Es increíble, ni si quiera yo puedo creer lo que escribo. Pero es la realidad. Lo único que no me hace sentir sola y que creo toda mi vida he tenido como mi fiel compañía y a su vez mi gran enemiga es la comida. Odio sentir esta desesperación. Odio estos temores. Odio pensar en sí trago cualquier alimento eso significará una caloría más, un kilo más, un llanto más que escondo bajo esa coraza que pongo ante los demás cada vez que salgo a la calle…

Odio ver la realidad; todos los días en las mañanas me levanto sólo por que me espera un día de trabajo. Trabajo que mantiene mi mente ocupada, y que debo admitir me encanta. Pero hay veces en que dudo de ese encanto, pues a veces siento tantas ganas de irme lejos, estar sola, ganar suficiente dinero para poder marcharme, poder hacer un sinfín de cosas, y alejarme de lo que me hace daño – muchas veces un daño que la gente sin querer lo hace, ya sea pronunciando una mísera palabra o actuando de una manera errónea-.

Hoy, siento que he vuelto a punto cero. Creo que todo lo que me enseñó el Psicólogo que me trató por mi “Colon Irritable” y las “Trancas y/o Complejos de niñez o adolescencia” se me han esfumado. Trato de recordar aquellas conversaciones, consejos, y ejercicios, pero esta sensación de derrota interna, de fracaso, de monotonía esta por sobre todas esas mejorías que llegué a lograr en ese tiempo. Hoy, me siento atrapada. Me siento una mujer que no tiene ganas de salir, compartir, cansada de que en su vida siempre el tema principal sea su aspecto físico y su vulnerabilidad a cambiar sus estados de ánimos.

Me siento cansada. La verdad es que ni ganas tengo de entablar algún tema de conversación con mi familia. Hasta de ellos estoy saturada (pues ellos han hecho que yo me transforme en una persona sin paciencia o quizás aislada de ellos éstos últimos años…).

Admito que necesito estar sola, lejos de mis amistades, lejos de mis viejos, lejos de ti, lejos de todos. Necesito reencontrarme y reencantarme. Necesito encontrar un sentido a mi vida.

Quiero irme lejos, quiero olvidar muchas cosas, quiero sentirme libre. ¿Como hacerlo?... No puedo dejar tirado mi trabajo, no cuento con la mejor situación económica como para marchar y olvidar todo. Y no cuento con lo más importante, “el valor”, de decir en mi casa que necesito irme por un tiempo para poder encontrarme y re encantarme. Y eso porque??... Porque, quizás, el haber vivido tantas cosas en mi niñez y adolescencia me hicieron madurar mucho más rápido que cualquier otra jovencita. Quizás ésto provocó que me convirtiera en una “hija demasiado hija, una amiga demasiado amiga, en una estudiante y/o trabajadora demasiado trabajadora, en una mujer que no tuvo otra opción que olvidar o tapar su dolor o tristeza en un “carácter fuerte”, el cual hoy no me permite tener el valor para decir “Necesito respirar, necesito vivir mi vida, necesito sentirme bien, necesito vivir para mi y no para ustedes”. Esta mujer que soy hoy, se esconde en lo primero que se le ocurre por la mente, y nadie se da cuenta. Soy un ser humano que siente, que sueña, que sufre y que llora (y muchas veces en silencio) pero la realidad es que “Nadie entiende nada”…

No sé por cuanto tiempo más siga sintiéndome así. Lo único claro, es que me siento atrapada en un mundo que yo no soñé jamás. Me siento atrapada de mi misma, de mi monotonía, de mi desgano para vivir todos los días. De mi desconformidad física. Cansada de siempre escuchar los mismos consejos, cansada de escuchar las mismas promesas, cansada de escuchar situaciones que jamás cambiaran. Realmente cansada…

Quizás esta nota no sea una de mis mejores redacciones, pero hoy no me preocupé de cuan bien escrito tiene que estar este texto, o esta especie de “diario de vida virtual”, me preocupe de llevar a palabras todo lo que tengo guardo y que cada día me asfixia más.